Han sido muchos, muchos años subiendo a comprar la ración del mes. Creo que desde que era Mazinger han pasado unos 6 años. Antes de que existiera Mazinger había otra en un local muy cercano que se llamaba Arte 9. Yo siempre di por supuesto que Arte 9 se convirtió en Mazinger al mudarse de un local más pequeño a otro mayor, aunque es un dato que nunca pude confirmar (el dependiente era el mismo, eso seguro).
Si no un segundo hogar, sí que puedo decir que Mazinger era mi espacio de paz. El lector habitual del blog habrá leído en más de una ocasión lo mucho que me gustaba pasarme por ahí antes de tirar para casa al llegar de Escuela. Y es que daba igual que estuviera agobiado por los exámenes, que hubiera problemas en casa o que discutiera con la moza: Al pasar por la puerta de Mazinger todo eso quedaba fuera. No son pocas las veces que eché más de media hora en comprar un comic porque me entretuve hablando con el tendero. Eso si no hablamos de los Heroclix, que daban para horas de tertulia (siempre recordaré la explicación que me dio el tendero sobre el poder de mastermind con el Joker).
Ahora se acabó Mazinger. Si quiero seguir coleccionando, no me queda otra que dar un paso atrás en el tiempo y volver a La Palma, que tampoco está mal, pero no deja de ser una librería normal que vende comics entre otras muchas cosas. Lo peor es que no me queda cerca de ninguna parada del bus, por lo que se acabó lo de llegar de clase con un pack de comics para leer en casa.
Ya sé que todo esto es una tontería, pero que le vamos a hacer. Mañana es el último día que Mazinger está abierto. Yo fuí a despedirme hoy y salí de la tienda con mal cuerpo, la verdad.
Un saludo y gracias por leerme.
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