Una vez más, el planeta en el que habito ha recorrido su órbita alrededor de su estrella desde que vi la luz del mundo. Vamos, que he cumplido un año más y ya son 27, que se dice pronto. ¿Es este un post para lamentar lo viejos que somos y lo lejos que quedan algunos buenos recuerdos? A eso digo ¡NO!
Inevitablemente, hoy soy mayor que ayer y más joven que mañana, como es ley de vida. ¿Me siento cascado? Pues si tengo que decir la verdad creo que estaba más cascado hace utb tiempo. Creo que he rejuvenecido en estos dos últimos años y no me puedo quejar. Cuando más me doy cuenta es cuando estoy con los amigos. Las reuniones son más numerosas que antes y el ambiente es mejor. Siempre digo que no me arrepiento de nada pero a veces sí que me da pena haberme perdido momentos que ya no podré recuperar pero es algo que ya no se puede remediar así que toca disfrutar de ellos todo lo que se pueda.
Aún así, no se quita uno la sensación de que ha pasado un año y que sigue sin terminar la carrera, aunque ya estemos en el sprint final casi tocando la línea de meta con la punta de los dedos. Uno ve como los amigos van prosperando en su vida laboral y, qué demonios, un poco de envidia sana sí que le entra (que a veces desaparece cuando los ves agobiados por el trabajo, no voy a mentir). Queda poco, muy poco.
Empecé a escribir este post con ganas de contar algo. No algo en concreto, sino "algo". Ahora me parece que no sé cómo continuar. Ya sabéis que tampoco soy muy ducho en el arte del ensayo así que no pidáis peras al olmo. Simplemente decir que todo va bien. Que podría ir mejor pero no hay motivos para quejarse.
Un abrazo y muchas gracias por leerme.
1 comentario:
El optimismo es algo de agradecer en estos dias de confusión y cambios. Para ser Joven se tiene toda la vida.
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